divendres, 4 de març del 2011

Miniresumen

Mriana era una nña d Mdina d Rioseco hija dl Almirnte. Tnia dos hrmnos myores: Luis y Rdrigo. Su mjor amigo ra Alfnso pro cndo fue myor lo dtuviron pr impio. Luis s fue cn el rey y Rdrigo al Nvo Mndo. Ella s qda en Mdina d Rioseco pro prnto s va al Nvo Mndo a csarse. Allí cnoze a un ndio llmado Mguel. Se namoran pero su amor s imposible xq Rdrigo odia a ls ndios. Fnalment se se intntan fugar pero Rdrigo mta a Mguel y Mriana vlve a Medina de Rioseco.

La Contraportada

El País de las mariposas.

Durante en el siglo VI, un descubridor llamado Viran Morros descubre, en uno de sus viajes con su compañero José Javier, un tierra hasta entonces desconocida. Allí habitaban seres de todo tipo que en el viejo continente (lugar de origen del explorador) no existían. Además se encuentran con otros humanos que hablan una lengua extraña. El animal que más impresión causa a los exploradores es uno que los autóctonos llaman “mariposa”. Poco a poco los exploradores se irán adaptando a las condiciones del misterioso y fascinante lugar aunque tendrán más de algún problema con los diferentes animales que se encontraran e incluso con los hombres de esa tierra por problemas de comunicación.
El país de las mariposas ha ganado múltiples premios como el premio Nadal 2015 o el Premio Nobel de Literatura 2015 entre otros.

Poemas


 Miguel
Que muchacha tan castellana    A
que es esta llamada Mariana.      A
Llegada desde el otro mundo      B
donde vivía con su inmundo       B
hermano de sangre cristiana.       A

Ahora que la tengo aquí al lado       C
creo que soy un poco agraciado.     C
¡Oh, hija de Almirante español!      D
Necesito ver contigo el sol              D
para, por fin, ser afortunado              C


Mariana
Bonito nombre es el suyo, Miguel      A
y tan grandes son sus conocimientos   B
que hasta sabe hacer adivinamientos    B
de lo que pienso de todos y de él.        A

Mientras otros se divierten matando    C
Miguel se pasa el tiempo curando.        C
Puede ser indio, pero me da igual        D
ya que es un hombre y no es un animal  D

Mira, indio, viene por allí andando     C
aquel que debería ser fraternal            D
pero en realidad para mi es fatal          D

¿Qué has hecho hermano? Eres apocado   C
y malo. Has hecho un desmesurado            C
crimen y espero que seas juzgado                C

Cruce de historias


El país de las mariposas y La segunda parte de Don Quijote de la Mancha.
 Mariana era una joven apasionada que vivía junto a sus padres en Medina de Rioseco, allá por el siglo XVII. Su padre era el Almirante de Medina de Rioseco y su hermano Luis era el heredero del reino.
Hacía poco que se había publicado un extraño libro que se burlaba de los libros que ella estaba acostumbrada a leer. El personaje principal de este libro, llamado El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, era un hidalgo que de tanto leer esos libros de caballerías enloquece hasta tal punto de imitar a los caballeros.
Cuando Mariana leyó ese libro pensó que a nadie le podía pasar eso y que la historia del hidalgo-caballero no era verosímil. Pero la chica estaba equivocada. La historia de Don Quijote estaba basada en hechos reales y como se especifica en el libro, este personaje habita en la Mancha.
Mariana recibía clases por parte de su padre para explicarle como debía ser una buena dama con sangre real. Pero cuando sólo llevaban cuatro clases, el Almirante Don Luis tuvo problemas de salud y tuvieron que dejar las clases.
-         Ana, lleva a Mariana a la ínsula de Sancho Panza que según dicen es escudero del gran Don Quijote y debe saber por su amo como se comportan las buenas doncellas.
-         ¿Cómo? – saltó Mariana - ¿Acaso existe ese tal Don Quijote de la Mancha?
-         Por supuesto – respondió su padre - ¿nunca te había hablado de él? Es uno de los caballeros andantes más importantes del reino
-         Nunca me habías hablado de él pero yo me he leído un libro que se ha publicado de sus aventuras.
A Mariana le extrañó mucho que ese personaje existiera antes de la creación del libro y por eso le preguntó a su padre cuanto hacía que lo conocía.
-         Pues desde hace poco. Puede ser que haga cuatro o incluso cinco años.
-         El libro que me he leído se publicó hace cinco años, debe ser una invención que corre por el reino – dijo Mariana.
-         No lo creo, algunos dicen que lo han visto.
La joven se resistía a pensar que alguien pudiera volverse loco sólo por leer. Era imposible según Mariana.
-         Vamos pues, hija, a la ínsula de Sancho – dijo doña Ana a Mariana.
-         Vamos, a ver si existe… - murmuró la muchacha.
Mujer e hija se dirigieron al carruaje que disponía la familia del Almirante para viajar a donde fuera. Doña Ana dijo al conductor que las llevara a la ínsula que los duques habían cedido a Sancho. Sorprendentemente, el conductor sabía donde estaba esta ínsula y no vaciló ni un momento al arrancar el carruaje.
El viaje duraría un par o tres de horas ya que tenían que pasar por una parte de la meseta española. Durante el viaje, Mariana observaba el desértico paisaje y de vez en cuando pasaba gente por los caminos: Mariana vio desde campesinas trabajando la tierra hasta un grupo de hombres atados con un par de guardas a caballo custodiándolos.
Cuando ya habían transcurrido dos horas el carruaje se detuvo de repente. Mariana bajó a ver qué pasaba porque doña Ana estaba dormida. Allí estaba subido en un blanco caballo y delante del carruaje.
-         Atrévase vuestra merced a librar una lucha contra el mayor de los caballeros andantes de la historia. Libere de una vez a esas princesas que lleva dentro de ése vehiculo – dijo el caballero Don Quijote de la Mancha.
-         ¿Es usted aquél que confunde los molinos con los gigantes? – preguntó Mariana estupefacta.
-         Soy el caballero Don Quijote de la Macha, ése soy.
-         Leí las aventuras de vuestra merced – dijo Mariana – ¿dónde anda su escudero Sancho?
-         Está gobernando una ínsula cerca de aquí. Noble princesa ahora la libero junto a sus compañeras.
-         Ya somos libres, gracias. Sólo queríamos visitar al gobernador Panza para que me enseñe como ser una buena dama.
-         Ah! Por eso me habéis preguntado donde estaba el bueno de Sancho Panza. Bien, si es por eso entonces ya se lo puedo explicar yo mismo.
Entonces retiraron el carruaje de mitad del camino y Don Quijote le explicó las principales cosas que debe hacer una mujer de sangre real. Una vez el caballero hubo terminado, él siguió su camino y el carruaje volvió hacia Medina de Rioseco.
Una vez allí Mariana despertó a su madre, quien no se enteró de nada. Después se fue a buscar a su padre y le dijo que tenía razón y que Don Quijote existía.

10 años después



Otro jueves se levantaba en Medina de Rioseco. Ese día la Almirante se despertó con un buen ánimo. Apenas llevaba cinco años como máxima representante de la villa pero casi todas las gentes del pueblo la querían. El proyecto de la hija de don Luis era ambicioso y quería desarrollar la ciudad construyendo y remodelando edificios, crear puentes, augmentar la población de Medina de Rioseco…
Se levantó y se sentó, como cada día, en el comedor donde Brígida ya le tenía preparado el desayuno.
-         Huevos revueltos con cereales – dijo la sirvienta
-         Está bien – respondió, con una sonrisa – hoy tengo hambre.
Mientras desayunaba iba reflexionando sobre su estancia en el Nuevo Mundo. Después de diez años aún pensaba en eso porque le marcó la vida. Pensaba en qué tipo de mariposa se habría convertido Miguel, qué habría sido de su hermano Rodrigo o que pasaría con el hijo del virrey.
Una vez hubo terminado de desayunar la noble mujer se levantó y se fue a dar una vuelta por el pueblo, para disfrutar del bonito día que hacía. Lo primero que hizo fue dirigirse a la plaza, aquella donde de pequeña se perdió siguiendo a un juglar. En ese momento el mercado se estaba montando porque aun era temprano. Cuando los comerciantes se dieron cuenta de la presencia de aquella mujer, la saludaron con más o menos efusividad.
-         ¿Cómo está vuestra merced? – le dijo uno
-         Muy bien, dando un paseo por este noble pueblo
La Almirante siguió avanzando por el pueblo pero las cosas cambiaron. Se alejó la plaza y de las calles centrales de la villa y se fue acercando hacia las periferias de la ciudad. Allí la situación era desconocida para ella. Nunca había ido por allí y de hecho pensaba que por esa zona no había nada.
Por las esas oscuras callejuelas había mendigos y de vez en cuando los locales eran negocios. La gran mayoría de los edificios eran casas que se veían deshabitadas.
-         ¿Qué hace por aquí su majestad? – dijo una voz burlona a sus espaldas
Intentó correr, la Almirante, pero el hombre de sus espaldas ya la había agarrado
-         ¿No me reconoces? – dijo él
-         Por supuesto que sí – respondió con furia –  ¡no te quiero por aquí vete al Nuevo Mundo o a donde sea!
-          Huí de allí, como lo hiciste tú – respondió Rodrigo – me mantuve en la celda durante unos seis meses. Pero mi condena duraba dos años y no podía permitirme estar allí durante tanto tiempo. Así que me puse en contacto con el virrey. Como él no es tan capaz como su padre y no tenía experiencia aún en su cargo lo puede convencer de que no hice nada malo para que me liberara. Lo hizo y puede colarme en un viaje de vuelta. Pero al barco lo atacaron los piratas y el barco estuvo en manos de corsarios durante mucho tiempo. Probablemente duramente años. Yo me mantuve allí siempre sin hacer ruido. Estaba con los equipajes así que me pude alimentar de la comida de los demás pasajeros. También requisé dinero que me permitió contratar un carruaje hasta aquí, una vez el barco estuvo liberado.
Hacía rato que su no escuchaba. Mientras él hablaba ella estaba buscando con la vista algo que la ayudara a escapar de las garras de Rodrigo. Fue en ese momento cuando encontró una daga en el suelo. Le dio una patada a Rodrigo que aún la tenía agarrada y la soltó por unos segundos. Ella los aprovechó para coger la daga y esconderla.
-         ¡Ahora ya eres mía, por fin! – chilló Rodrigo
Dicho eso se abalanzó sobre la Almirante. Pero Mariana pudo sacar la daga a tiempo para defenderse. Rodrigo se quedó con una expresión fija en el rostro y ella salió corriendo hacia el palacio de inmediato.
Una vez allí recogió sus cosas aprisa y se fue del pueblo sin decir nada a nadie. Ahora el pueblo se quedaba sin Almirante. Cuando Mariana estuvo fuera del pueblo decidió que lo mejor era que a partir de ése momento iría buscando un lugar donde fuera feliz para desarrollar sus últimos años de vida.

Mil palabras, una imagen













Representa el castillo donde nace Mariana












El barco con el que Mariana, Luis, fray Lorenzo y Beatriz van al nuevo mundo













Cultura maya













Auto de fe de Maní



















La fe que predicaban fray Lorenzo y fray Diego













Cartas que Mariana envía al rey


















Las ideas luternas llegan a España.


















La Santa Inquisición actua en contra de los herejes















El Virginal donde se ocultan los documentos herejes.

divendres, 21 de gener del 2011

Presentación

Hola, soy Guillem Mancilla y este es un blog dedicado únicamente a la asignatura de 1ro de Bachillerato Literatura Castellana del centro IES Castelló d'Empúries, Girona. La finalidad de este blog es sólo la de tener en un mismo lugar los diferentes trabajos de clase. ¡Espero que os guste!